sábado, 12 de octubre de 2013

Echo de menos su voz.

  Echo de menos su voz.
Sí, su voz.
Esa voz que me decía que todo está bien. Esa voz que me prometió seguir siempre a mi lado.
  Esa voz.
La voz que cada día me repetía que me quería, la que me daba fuerzas; por la que sigo aquí.
No lo entendeis; pero esa voz, lo era todo.
Después de meses, la he olvidado, ya no sé cómo es. Ya no la recuerdo...
Triste, es cierto; pero en realidad, nunca fue voz para mí.
Duele recordar, duele olvidar, duele revivir, pero quiero esa voz de nuevo.
Sonando suave, hablándome al oído.
Le necesito, sólo una vez más.

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