sábado, 16 de marzo de 2013

Amores inevitables, nunca imposibles.


- ¿Está bien el libro de los amores imposibles?
- Inevitables.
- Inevitables.
- ¿Sabes lo que quiere decir " a tres metros sobre el cielo?
- No.
- Pues... es como estar en el cielo, pero más arriba.
- Aaah...
- Mucho mejor que bien, y con la persona que quieres.
Mira no voy a decirte más veces que te quiero.
Porque me gusta quererte, disfruto viéndote, imaginando
conversaciones, y paseos que no han sucedido y estar a tres
metros sobre el cielo, y eso me basta, me gusta... Dejémoslo
en manos de la suerte.
- Llevas semanas persiguiéndome y ahora dices que lo dejas en
manos de la suerte.
- ¿Sabes esos bombos enormes de la lotería? Pues imagínate
que llenemos uno con un millón de bolas, con los nombres de
todos los hombres del mundo. Pues estoy segura de que si
metiera la mano en ese bombo... sacaría tu nombre, aunque me
empeñara en sacar otro, aunque metiera nombres repetidos
para hacer trampa, sacaría el tuyo. Y eso es lo que yo entiendo
por suerte.
A mi no me importa esperar, ya te lo he dicho. Las cosas tienen
su momento así que, tienes todo el tiempo del mundo para
sacar ese papel.
- No.
Porque ya he sacado uno. Señorita, tranquilícese un poco que
le va a dar un ataque al corazón eh.
- Si ya has sacado un papel, ¿qué estás pensando tanto?
- Que sacar una vez un papel puede ser casualidad. Pero sacar
dos veces el mismo... eso sí que es tener suerte.

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